Roimer fue el menos malo y ganó porque aprovechó un churrito de falta. Sí alcanzaron los dedos de una mano para contar las jugadas de riesgo y las veces que la bocha fue bien tratada.
Presión y más presión.La fórmula de los rojos para ganar quedó expuesta de movida. Se paró con un equipo corto y conbativo, mucho despliegue solidaridad y sudor.Sin aflojar hasta el último segundo, marca asfixiante desde tres cuartos para atrás que dos de sus hombres fueran siempre sobre el rival que tuviera la pelota.La prioridad era anular al oponente y si se podía, atacar. Una vez en ventaja, Roimer cerró la persiana. Y en el segundo tiempo, cuando se sentía el cansancio provocado por tanto despliegue, en su propio campo, más adelante o más atrás, igual aunoló a Uruguay. Los celestes.Sin ideas, naufragaron en su propio mar de confusiones, cuando tuvo la pelota iniciativa equivocó los caminos hacia el arco de enfrente.Mostró mucha voluntad pero pocos aciertos y nadie tomó la posta como conductor. Ante la falta de juego asociado, los uruguayos insistieron con pelotazos que sus delanteros no pudieron capitarizar, los defensas del ex Lino ganaron casi siempre por arriba y, tambien por abajo. Pero mas allá de las razones de unos para irse felices y de otros para abandonar la cancha masticando bronca.Porque ubo un ganador.Pero la falta de ideas y la nula vocacióm ofensiva de los dos merecieron un 0-0 gigante como castigo. Aunque a usted no le parezca el mejor deportista del campo fue el árbitro.
Presión y más presión.La fórmula de los rojos para ganar quedó expuesta de movida.
ResponderEliminarSe paró con un equipo corto y conbativo, mucho despliegue solidaridad y sudor.Sin aflojar hasta el último segundo, marca asfixiante desde tres cuartos para atrás que dos de sus hombres fueran siempre sobre el rival que tuviera la pelota.La prioridad era anular al oponente y si se podía, atacar.
Una vez en ventaja, Roimer cerró la persiana.
Y en el segundo tiempo, cuando se sentía el cansancio provocado por tanto despliegue, en su propio campo, más adelante o más atrás, igual aunoló a Uruguay.
Los celestes.Sin ideas, naufragaron en su propio mar de confusiones, cuando tuvo la pelota iniciativa equivocó los caminos hacia el arco de enfrente.Mostró mucha voluntad pero pocos aciertos y nadie tomó la posta como conductor.
Ante la falta de juego asociado, los uruguayos insistieron con pelotazos que sus delanteros no pudieron capitarizar, los defensas del ex Lino ganaron casi siempre por arriba y, tambien por abajo.
Pero mas allá de las razones de unos para irse felices y de otros para abandonar la cancha masticando bronca.Porque ubo un ganador.Pero la falta de ideas y la nula vocacióm ofensiva de los dos merecieron un 0-0 gigante como castigo.
Aunque a usted no le parezca el mejor deportista del campo fue el árbitro.