Fue un partido raro. Entre Uruguay y Carpymo se las igeniaron para mostrar todas las caras posibles que entrega el fútbol. Uruguay tendrá que aprender de lo que pasó. Porque su peor pecado fue confiarse antes de jugar el partido y menos contra un equipo que maneja un potencial de media cancha hacia arriba. En cualquier descuido, como finalmente pasó te sacan de la manga un as escondido. Uruguay encontró el rato de lucidés recién cuando la visita quedó con diez. Carpymo se refugió en su área y el Charrúa, lanza en mano fue a buscar su destino.Lo encontró y así empató. Al carpintero le quedó la enorme amargura que Uruguay le arrebató el festejo de una victoria cantada. Uruguay en cambio se llevó un sabor distinto.
Fue un partido raro. Entre Uruguay y Carpymo se las igeniaron para mostrar todas las caras posibles que entrega el fútbol.
ResponderEliminarUruguay tendrá que aprender de lo que pasó. Porque su peor pecado fue confiarse antes de
jugar el partido y menos contra un equipo que maneja un potencial de media cancha hacia arriba.
En cualquier descuido, como finalmente pasó te sacan de la manga un as escondido.
Uruguay encontró el rato de lucidés recién cuando la visita quedó con diez.
Carpymo se refugió en su área y el Charrúa, lanza en mano fue a buscar su destino.Lo encontró y así empató.
Al carpintero le quedó la enorme amargura que Uruguay le arrebató el festejo de una victoria cantada.
Uruguay en cambio se llevó un sabor distinto.