El partido parecía del Obradoiro. Ganaba 1-2 pero,pero...lo empató Uruguay con la complicidad del portero y se lo ganó con una exquisita definición sobre el final. Obradoiro arrancó mejor el partido, manejando bien la pelota y creando peligro en el arco celeste. Era entendible que los pibes de Walt Disney se le fueran encima a este Uruguay que solo intentaba algún que otro contraataque. La visita supo aprovecharse de esas ventajas y en diez minutos de juego ya estaba arriba y hasta tuvo la chance de estirar la ventaja pero falló. En la segunda parte Uruguay se acomodó, salió decidido a marcar el terreno y lo empató. Se esperaba que ese gol pusiese a los uruguayos al mando del partido pero nada de eso pasó. El encuentro se puso intenso casi de ida y vuelta,pero sin tantas situaciones claras... minutos mas tarde el rosa se puso otra vez arriba.Pero el partido se cerró de una manera tan inesperada como de la forma en que se había abierto. Uruguay avisó del empate con un libre directo al palo pero tampoco como para poner nervioso al portero forastero que despejó un balón que se iba fuera sirviendo en bandeja el empate y con ello la locura celeste. El partido se moría y cuando el reparto de puntos estaba firmado apareció la magia de los delanteros Charrúas, primero para dejar a tres rivales por el camino,segundo, para dejar solito a un compañero por el sector izquierdo, picó,engancho hacia el área con pelota dominada y tercero sacó un derechazo que se coló a pesar del esfuerzo del arquero visitante. Uruguay suma y sueña. Está arriba. Por los goles y por la manera de festejarlos, marca registrada de un equipo que se anima a dar pelea hasta el final.
El partido parecía del Obradoiro. Ganaba 1-2 pero,pero...lo empató Uruguay con la complicidad del portero y se lo ganó con una exquisita definición sobre el final.
ResponderEliminarObradoiro arrancó mejor el partido, manejando bien la pelota y creando peligro en el arco celeste.
Era entendible que los pibes de Walt Disney se le fueran encima a este Uruguay que solo intentaba algún que otro contraataque. La visita supo aprovecharse de esas ventajas y en diez minutos de juego ya estaba arriba y hasta tuvo la chance de estirar la ventaja pero falló.
En la segunda parte Uruguay se acomodó, salió decidido a marcar el terreno y lo empató. Se esperaba que ese gol pusiese a los uruguayos al mando del partido pero nada de eso pasó. El encuentro se puso intenso casi de ida y vuelta,pero sin tantas situaciones claras... minutos mas tarde el rosa se puso otra vez arriba.Pero el partido se cerró de una manera tan inesperada como de la forma en que se había abierto. Uruguay avisó del empate con un libre directo al palo pero tampoco como para poner nervioso al portero forastero que despejó un balón que se iba fuera sirviendo en bandeja el empate y con ello la locura celeste.
El partido se moría y cuando el reparto de puntos estaba firmado apareció la magia de los delanteros Charrúas, primero para dejar a tres rivales por el camino,segundo, para dejar solito a un compañero por el sector izquierdo, picó,engancho hacia el área con pelota dominada y tercero sacó un derechazo que se coló a pesar del esfuerzo del arquero visitante.
Uruguay suma y sueña. Está arriba.
Por los goles y por la manera de festejarlos, marca registrada de un equipo que se anima a dar pelea hasta el final.