A las 18.30 horas del 12 de junio de 2010, en el campo del Meixoeiro, arrancó el encuentro de semifinales de la Copa de Veteranos, que enfrentaba al buque insignia de Club Deportivo Uruguay frente al Meigas. El partido se presentaba para nuestro equipo como altamente comprometido, no sólo por el hecho de hallarse en fase tan avanzada de la competición, sino porque ni los más veteranos (valga la redundancia) recordaban cúándo se había logrado vencer al Meigas por última vez. Los nuestros saltaron con la siguiente alineación: Rebeco; Sebas, Rooney, Stoichkov, Chicharra; Richard, Danubio, Jorge, Boca; Ariel y Omar. Los primeros compases del partido fueron de mutuo tanteo del rival, con imprecisiones por ambas partes y con tanto respeto entre ellos que el centro del campo era el lugar habitual de estancia. Hasta que, en el m. 14, Ariel protagoniza una gran jugada, en la que escapa de hasta tres rivales, siendo objeto de penalty, que el árbitro señala sin protestas. Lo lanza Danubio a la derecha del portero rival, estableciendo el 1-0 en el marcador. Tras el inicial shock padecido por Meigas, en el m. 18 se desperezan con una oportunidad que se escapa a la izquierda de Rebeco. La grada respira aliviada. Pero ello no era sino el aviso de lo que ocurriría cuatro minutos después: en un trenzado contraataque, el delantero del Meigas se planta solo ante Rebeco, quien duda una centésima de segunda en su salida del arco, suficiente para que el ariete rojillo dispare con precisión, consiguiendo el empate. Desconcierto en los celestes. Fantasmas del pasado flotan en el ambiente. Pesa la responsabilidad, y la historia parece repetirse. Las Brujas aprovechan este sopor para poner cerco a nuestra área, pero sus ocasiones son eficazmente desbaratadas por un inspirado Rebeco, que se rehizo muy bien. En el m. 28, Boca ve la tarjeta amarilla, tras una entrada. Los nervios entre los contendientes se palpan hasta en el graderío. Pero el árbitro supo calmar los ánimos. Minuto 30: jugada de Richard, que se saca un zapatazo desde fuera del área, colándose el balón como una exhalación en la puerta rival. 2-1. ¡Ahí estamos! Inmediatamente después, Mingo sustituye a Boca. Cuando daba la impresión de que el partido podría controlarse hasta la llegada del descanso, los planes celestes se truncan en el m. 33, cuando en una trifulca entre Chicharra y un rival (el primero vería la amarilla), Danubio protesta al árbitro y ve su segunda tarjeta y, con ella, el camino a la ducha.
Silencio en los orientales. Mal asunto. Mal momento para quedarse con 10, con toda la segunda mitad por delante. Nuestro entrenador se acuerda de Helenio Herrera, que fue aquel que dijo que se jugaba mejor con 10 que con 11. "Ojalá tenga razón, pero, por si acaso: Padrenuestro que estás en los cielos..." Al filo del descanso, centro medido desde la izquierda que remata Ariel, pero con la mano de Dios. Le pilla el árbitro, anula el gol y le muestra tarjeta amarilla. Tiempo de reflexión, de restructurar el equipo y de tomar mate para amortiguar la incertidumbre. Se reanuda el partido con embates recíprocos, hasta que en el m. 55 nos empatan, en otra contra que pilla al conjunto celeste contemplando la frondosidad de los alrededores. Lejos de cundir el desánimo, el plantel se pone el mono de trabajo y confía en un plan que se demostró acertado: contención y balones largos para Ariel y Omar, para que se la jueguen, ya que son tan buenos. Y lo son, viva Dios (esto habrá que escribirlo en letra pequeñita, para que no lo lean ojeadores rivales y nos los birlen). Y, en ejecución de ese plan, llegó la jugada del m. 65, en que de nuevo Ariel es objeto de penalty indudable, que convierte en el 3-2 Rooney lanzándolo por su izquierda. Seis minutos más tarde, a nuestra dupla atacante le da por lucirse: tuya-mía entre Ariel y Omar, jugada de tiralíneas, que remata a la red espectacularmente este último. 4-2, y seguimos en inferioridad. En el minuto 70 se produce la jugada desgraciada del encuentro. Tras una sensacional internada de Richard por su banda, se daña el brazo en la caída. Queda tendido sobre el césped. Lo que la bancada contraria interpretaba como artimaña para perder tiempo, se demuestra lesión grave. Las muestras de dolor del boliviano rasgan el silencio de la congoja. Llega la ambulancia, que conduciría al bravo volante al hospital, acompañado de Boca, que se introduce en el vehículo de asistencia con lo puesto. Más tarde reconocería que llevaba las espinilleras al hospital en prevención de que un médico le hiciera una entrada. El caso es que la interrupción, si algo bueno tuvo, fue que mató el partido. Los nuestros aprovecharon el receso para tomar aire de cara a dormir los últimos quince minutos, como así aconteció. Luis -el que preside esta cosa- entró en sustitución del dañado y, a cinco minutos del final, Orlando hizo lo propio por Ariel, agotándose el cupo de cambios. Es cierto que ahí no quedó el asunto, porque al filo del final, Meigas recortó distancias merced a un trallazo que desafió la ley de la relatividad tras un saque de esquina. Pero todos sabían que el tiempo no daba para más, así que los vítores a los celestes se escucharon en un par de kilómetros a la redonda. Trabajado partido, buen planteamiento, excepcional efectividad y nos vemos en la final.
Que grande vamos a la final ya esta, ahora es otra historia, ahora hay que difrutarla,vivirla y sea cual sea el resultado estar orgullosos de nuestro vestuario del grupo de personas de bien que se ponen la celeste y se enorgullesen de tenerla pegada a la piel ,y claro el que lee este mensaje dira este abre el paraguas por si pieden pero los que me conosen saben que no ,que nunca doy un partido por perdido aunque a veces me equivoque con actitudes un poco fuera de lugar ,y sabe ahora ya me agrandeee, ahora la vamos a ganar si señor porque la merecemos todos nosotros los que ayer no dejaban de llamarme preocupados por la salud del Pacha ,y entonces para los gordito ,para los flacos ,para los locos ,para los cuerdos ,para los Uruguayos `para los Gallegos ,para los Bolivianos ,hasta para los de Logroño ,para todos Uruguay va a ser CAMPEONNNNNNN
DESDE EL CLUB MAS ANTIGUO DEL TORNEO,LES FELICITAMOS POR LLEGAR A LA FINAL DE LA COPA Y ESPERAMOS QUE SU COMPAÑERO TENGA UNA PRONTA RECUPERACIÓN. BUENA SUERTE PARA LA FINAL!!!!!!!!!!!!!!!. SALUDOS.
Gracias Meigas por preocuparse por nuestro compañero, ya está dado de alta y por suerte no fue nada grave. Fue un partido muy lindo deportivamente, de muchas ocasiones y de muchos goles. Mas allá del resultado, es bueno saber que en el campeonato hay equipos que no solo saben ganar, sino que ademas de saber perder, salen del campo con la cabeza en alto.
El Meigas se merece disputar el campeón de copas o sea Meigas por ser campeón de liga que se mida contra el campeón de copa, a ver los de la organización esto podría disputarse una semana antes del comienzo de la temporada venidera.
A las 18.30 horas del 12 de junio de 2010, en el campo del Meixoeiro, arrancó el encuentro de semifinales de la Copa de Veteranos, que enfrentaba al buque insignia de Club Deportivo Uruguay frente al Meigas.
ResponderEliminarEl partido se presentaba para nuestro equipo como altamente comprometido, no sólo por el hecho de hallarse en fase tan avanzada de la competición, sino porque ni los más veteranos (valga la redundancia) recordaban cúándo se había logrado vencer al Meigas por última vez.
Los nuestros saltaron con la siguiente alineación: Rebeco; Sebas, Rooney, Stoichkov, Chicharra; Richard, Danubio, Jorge, Boca; Ariel y Omar.
Los primeros compases del partido fueron de mutuo tanteo del rival, con imprecisiones por ambas partes y con tanto respeto entre ellos que el centro del campo era el lugar habitual de estancia.
Hasta que, en el m. 14, Ariel protagoniza una gran jugada, en la que escapa de hasta tres rivales, siendo objeto de penalty, que el árbitro señala sin protestas. Lo lanza Danubio a la derecha del portero rival, estableciendo el 1-0 en el marcador.
Tras el inicial shock padecido por Meigas, en el m. 18 se desperezan con una oportunidad que se escapa a la izquierda de Rebeco. La grada respira aliviada.
Pero ello no era sino el aviso de lo que ocurriría cuatro minutos después: en un trenzado contraataque, el delantero del Meigas se planta solo ante Rebeco, quien duda una centésima de segunda en su salida del arco, suficiente para que el ariete rojillo dispare con precisión, consiguiendo el empate.
Desconcierto en los celestes. Fantasmas del pasado flotan en el ambiente. Pesa la responsabilidad, y la historia parece repetirse.
Las Brujas aprovechan este sopor para poner cerco a nuestra área, pero sus ocasiones son eficazmente desbaratadas por un inspirado Rebeco, que se rehizo muy bien.
En el m. 28, Boca ve la tarjeta amarilla, tras una entrada. Los nervios entre los contendientes se palpan hasta en el graderío. Pero el árbitro supo calmar los ánimos.
Minuto 30: jugada de Richard, que se saca un zapatazo desde fuera del área, colándose el balón como una exhalación en la puerta rival. 2-1. ¡Ahí estamos!
Inmediatamente después, Mingo sustituye a Boca.
Cuando daba la impresión de que el partido podría controlarse hasta la llegada del descanso, los planes celestes se truncan en el m. 33, cuando en una trifulca entre Chicharra y un rival (el primero vería la amarilla), Danubio protesta al árbitro y ve su segunda tarjeta y, con ella, el camino a la ducha.
Silencio en los orientales. Mal asunto. Mal momento para quedarse con 10, con toda la segunda mitad por delante. Nuestro entrenador se acuerda de Helenio Herrera, que fue aquel que dijo que se jugaba mejor con 10 que con 11. "Ojalá tenga razón, pero, por si acaso: Padrenuestro que estás en los cielos..."
ResponderEliminarAl filo del descanso, centro medido desde la izquierda que remata Ariel, pero con la mano de Dios. Le pilla el árbitro, anula el gol y le muestra tarjeta amarilla.
Tiempo de reflexión, de restructurar el equipo y de tomar mate para amortiguar la incertidumbre.
Se reanuda el partido con embates recíprocos, hasta que en el m. 55 nos empatan, en otra contra que pilla al conjunto celeste contemplando la frondosidad de los alrededores.
Lejos de cundir el desánimo, el plantel se pone el mono de trabajo y confía en un plan que se demostró acertado: contención y balones largos para Ariel y Omar, para que se la jueguen, ya que son tan buenos. Y lo son, viva Dios (esto habrá que escribirlo en letra pequeñita, para que no lo lean ojeadores rivales y nos los birlen).
Y, en ejecución de ese plan, llegó la jugada del m. 65, en que de nuevo Ariel es objeto de penalty indudable, que convierte en el 3-2 Rooney lanzándolo por su izquierda.
Seis minutos más tarde, a nuestra dupla atacante le da por lucirse: tuya-mía entre Ariel y Omar, jugada de tiralíneas, que remata a la red espectacularmente este último. 4-2, y seguimos en inferioridad.
En el minuto 70 se produce la jugada desgraciada del encuentro. Tras una sensacional internada de Richard por su banda, se daña el brazo en la caída. Queda tendido sobre el césped. Lo que la bancada contraria interpretaba como artimaña para perder tiempo, se demuestra lesión grave. Las muestras de dolor del boliviano rasgan el silencio de la congoja. Llega la ambulancia, que conduciría al bravo volante al hospital, acompañado de Boca, que se introduce en el vehículo de asistencia con lo puesto. Más tarde reconocería que llevaba las espinilleras al hospital en prevención de que un médico le hiciera una entrada.
El caso es que la interrupción, si algo bueno tuvo, fue que mató el partido. Los nuestros aprovecharon el receso para tomar aire de cara a dormir los últimos quince minutos, como así aconteció.
Luis -el que preside esta cosa- entró en sustitución del dañado y, a cinco minutos del final, Orlando hizo lo propio por Ariel, agotándose el cupo de cambios.
Es cierto que ahí no quedó el asunto, porque al filo del final, Meigas recortó distancias merced a un trallazo que desafió la ley de la relatividad tras un saque de esquina.
Pero todos sabían que el tiempo no daba para más, así que los vítores a los celestes se escucharon en un par de kilómetros a la redonda.
Trabajado partido, buen planteamiento, excepcional efectividad y nos vemos en la final.
Que grande vamos a la final ya esta, ahora es otra historia, ahora hay que difrutarla,vivirla y sea cual sea el resultado estar orgullosos de nuestro vestuario del grupo de personas de bien que se ponen la celeste y se enorgullesen de tenerla pegada a la piel ,y claro el que lee este mensaje dira este abre el paraguas por si pieden pero los que me conosen saben que no ,que nunca doy un partido por perdido aunque a veces me equivoque con actitudes un poco fuera de lugar ,y sabe ahora ya me agrandeee, ahora la vamos a ganar si señor porque la merecemos todos nosotros los que ayer no dejaban de llamarme preocupados por la salud del Pacha ,y entonces para los gordito ,para los flacos ,para los locos ,para los cuerdos ,para los Uruguayos `para los Gallegos ,para los Bolivianos ,hasta para los de Logroño ,para todos Uruguay va a ser CAMPEONNNNNNN
ResponderEliminarQue partidazo. Todos metiendo como caballos y dejando la piel en la cancha, Con esta actitud la final no se nos escapa.-
ResponderEliminarMEIGAS C.F
ResponderEliminarDESDE EL CLUB MAS ANTIGUO DEL TORNEO,LES FELICITAMOS POR LLEGAR A LA FINAL DE LA COPA Y ESPERAMOS QUE SU COMPAÑERO TENGA UNA PRONTA RECUPERACIÓN. BUENA SUERTE PARA LA FINAL!!!!!!!!!!!!!!!.
SALUDOS.
Gracias Meigas por preocuparse por nuestro compañero, ya está dado de alta y por suerte no fue nada grave.
ResponderEliminarFue un partido muy lindo deportivamente, de muchas ocasiones y de muchos goles.
Mas allá del resultado, es bueno saber que en el campeonato hay equipos que no solo saben ganar, sino que ademas de saber perder, salen del campo con la cabeza en alto.
El Meigas se merece disputar el campeón de copas o sea Meigas por ser campeón de liga que se mida contra el campeón de copa, a ver los de la organización esto podría disputarse una semana antes del comienzo de la temporada venidera.
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