El boca y Juan Carlos se vuelven locos.Los entrenadores de los gurises están desbordados.
El acondicionamiento del suelo del parque y el espacio no son los ideales para la práctica del fútbol,por lo que los entrenadores hacen de tripas corazones para que los pibes se las arreglen.
El boca y Juan Carlos no ven la hora de empezar los entrenamientos en el pabellón,lamentablemente otros clubes ya lo están haciendo, sin enbargo nosotros otro añito a seguir pagando derecho de sopi.En el parque el espacio y el suelo están limitados y en defectuosa condiciones, por lo que no afecta al trabajo motriz e individual pero sí al trabajo colectivo, la gente mira con asombro como los niños se mezclan en una maraña de piernas,empujones y demás, victimas del estrecho y peligroso terreno.Ambos entrenadores se están volviendo locos para hacer posible que los gurises den dos pases seguidos.
El boca y Juan Carlos no ven la hora de empezar los entrenamientos en el pabellón,lamentablemente otros clubes ya lo están haciendo, sin enbargo nosotros otro añito a seguir pagando derecho de sopi.En el parque el espacio y el suelo están limitados y en defectuosa condiciones, por lo que no afecta al trabajo motriz e individual pero sí al trabajo colectivo, la gente mira con asombro como los niños se mezclan en una maraña de piernas,empujones y demás, victimas del estrecho y peligroso terreno.Ambos entrenadores se están volviendo locos para hacer posible que los gurises den dos pases seguidos.
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